domingo, 29 de mayo de 2022

La Duda Filosófica

 A L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:.

 

V:.M:. y QQ:.HH:.

 

“Nadie, mientras vive, puede saber lo que es
La Verdad y cómo distinguir lo verdadero de lo falso. Mientras el hombre se halla encerrado en la nebulosa cárcel de su cuerpo, es incapaz de percibir la substancia del ser, el secreto del Universo, el divino Absoluto. Después de la muerte, el espíritu reconquista su plena lucidez. Para saber qué es
La Verdad, es necesario morir.”

Séneca, una respuesta estoica a Poncio Pilatos

 

Introducción

 

’S

er o no ser, he ahí el dilema.’ Así nos diría Hamlet… porque la duda, el cuestionamiento de uno mismo (valores, comportamientos, pensamientos), es la actitud filosófica por excelencia. La duda es ante todo una actitud, un detenerse, un dejar de hacer para poder pensar, una interrupción de ese piloto automático del día a día.”[1]

Dicho esto, la “duda filosófica” debiera tener sus orígenes en la propia Filosofía en general, pero para focalizarnos en un punto preciso de la Filosofía e Historia, este trabajo tomará como primera vertiente a nuestro “Q:. H:.” René Descartes, por ser el padre de la “duda metódica”, por allá en el lejano siglo XVII e.v. Pero Descartes, ¿fue masón? Muchas LLog:. sobre la Faz de la Tierra llevan su nombre, pero queda la duda.

La duda metódica es un método y principio para llegar a una base de conocimiento cierto, desde donde partir y fundamentar otros conocimientos.[2] Así que, es un excelente punto inicial para analizar y entender lo que es la duda filosófica, para finalmente poder llegar a la relación con el 1er Gr:. de la F:.M:.S:.

 

Desarrollo

 

Podríamos decir que la “Duda” es lo opuesto a la “Creencia”, es un estímulo, una “irritación” que se resuelve por la vía de la “indagación”. El pensamiento es estimulado por la irritación de la duda y cesa a través de la indagación por la disposición de una nueva creencia.[3] La indagación utiliza cuatro métodos, la Tenacidad, la Autoridad, lo “a priori” y finalmente el “método científico”, temas que escapan al alcance de este trabajo.

Pero no nos adelantemos tanto y vamos por las definiciones iniciales para entender cómo trabaja la “duda filosófica”.

 

Definiciones Preliminares

 

Filosófico: Perteneciente o relativo a la Filosofía.[4]

Filosofía: Ciencia que trata de la esencia, propiedades, causas y efectos de las cosas naturales.[5]

Duda Filosófica: Suspensión voluntaria y transitoria del juicio para dar espacio y tiempo, al espíritu (“la conciencia”[6]), a fin de que coordine todas sus ideas y todos sus conocimientos.[7]

 


 

René Descartes y la Duda Metódica

 

A

sí como Sócrates decía, “sólo sé que nada sé…” en una mezcla de ironía socrática y mayéutica, como parte de su método de enseñanza, Descartes no se resignó a no saber nada, la verdad es que Sócrates tampoco lo había hecho ante el escepticismo de los sofistas.[8]

Descartes planteó su propio método, dónde “no podemos considerar nada como verdad, si no reconocemos claramente que lo es. Para conseguir esto, puede que sea necesario dividir un problema complejo en cuantas partes sea posible. Entonces, se puede empezar por las ideas más sencillas.[9]

Continuaba explicando, “como punto de partida se debe dudar de todo, porque no se querría edificar un sistema filosófico sobre un fondo de arena.[10] Y le “resultaba imprescindible librarse de ideas viejas, antes de comenzar su propia indagación filosófica.”[11]

La duda de Descartes fue muy profunda, “pues decía que ni siquiera podemos fiarnos de lo que nos dicen nuestros sentidos.[12]

Así que llegó a un punto cero, donde dudó de Todo y eso fue lo único de lo que pudo estar seguro. Pero eso, al fin y al cabo, significaba que pensaba, y si pensaba significaba que existía (cogito, ergo sum).[13] Y de ahí, que logró una seguridad intuitiva tal, que cumplió aquella idea de Platón, de que lo que captamos con la razón es más real y existente, que aquello que captamos con los sentidos.[14]

Esta manera de pensar es marcadamente “racional” y tal como Sócrates o Platón, proponía una relación fuerte entre el pensamiento y la existencia.[15] Luego de esto, derivó la idea que la realidad exterior también tiene algunas cualidades que podemos reconocer con la razón y concluyó de este modo que “la naturaleza no es un sueño”.[16]

Por supuesto que, el Método de Descartes tiene otras falencias, y no es de ningún modo la solución al problema de la Filosofía, pero puso el énfasis correcto en la duda, en la duda filosófica, en saber hacer una pausa para cuestionarlo Todo, y luego volver a la senda de la búsqueda de la Verdad.

 


 

Ejemplos de otros Filósofos y la Duda Filosófica

 

Sócrates y la Mayéutica

 

Creó lo que hoy conocemos como «Método Socrático», que abarca «La Mayéutica» y «La Ironía Socrática», gracias a lo cual se ganó el apodo del “Tábano de Atenas”.

Su intelectualismo moral, planteó que el saber es igual a la virtud: “Solo existe un bien: el conocimiento. Solo hay un mal: la ignorancia”. La bondad, el conocimiento y la felicidad, se encuentran estrechamente entrelazadas y, por lo tanto, es necesario establecer una moral no relativista, válida para todos.

La filosofía socrática es absolutamente práctica:  “Una vida sin examen no merece la pena de ser vivida”. Podríamos parafrasearlo aquí y decir que una vida sin dudar filosóficamente no merece la pena de ser vivida.

Su método de la mayéutica, para ayudar a parir la Verdad que contiene cada cada uno, a través de preguntas que van deshaciendo los preconceptos adquiridos, fue, sin duda, un gran aporte respecto a la duda filosófica en los “albores” de la Filosofía.

 

Aristóteles

 

Fue capaz de explicar racionalmente por qué fallaba el intelectualismo moral de Sócrates y planteó la cuestión de la Incontinencia, es decir que la Razón no mueve necesariamente a la Voluntad. Yo puedo conocer teóricamente lo que es mejor para mí y, sin embargo, fallar en la acción concreta debido a una debilidad de mi voluntad.

Esto a su vez, es lo que permite que el incontinente se arrepienta mucho más fácilmente que el vicioso, que es el que hace el mal por vicio, de forma deliberada.

Para la conducta moral, no cabe duda que, lo fundamental es la perfección de la Voluntad antes que la perfección del Intelecto.

Por otra parte, Aristóteles escribió cerca de 200 obras sobre una gran variedad de temas: lógica, metafísica, filosofía de la ciencia, ética, filosofía política, estética, retórica, física, astronomía y biología (la noción de categorías). Y es particularmente en la lógica y la biología, que es reconocido como su padre fundador, producto de las investigaciones sistemáticas que realizó al respecto.[17] Las que, por ejemplo, lo condujeron a definir cuatro tipo de causas, formalis, materialis, efficiens y finalis.

Nuevamente, sobresale aquí el poder de la duda filosófica, como método para cuestionar los que se piensa que se sabe y alcanzar el siguiente nivel de verdad.

 

Kant y la Filosofía Crítica[18]

 

Es quien introduce en el término “dogmático” en la Filosofía, y acusó a los racionalistas como Descartes, Leibniz y Spinoza, de ser dogmáticos, de hacer metafísica dogmáticamente, porque afirmaban tener conocimiento de objetos que no se daban en la experiencia humana, objetos como Dios, mónadas, sustancia, el alma y su inmortalidad y libertad, sin investigar la capacidad de la razón para llegar a tales conclusiones. Es decir, los acusó de falta de duda filosófica, y descartó así sus propuestas, a través de lo que llamó la Filosofía Crítica, lo que podríamos considerar como una forma avanzada de la duda filosófica, pero que requiere apoyarse en algunos elementos dogmáticamente aceptados, que podríamos llamar axiomas básicos para no caer en el Escepticismo Filosófico, el que sería su límite.

 


 

Reflexiones Finales

 

C

reo que ya es claro en este punto, que por cada filósofo que revisemos, encontraremos en algún momento el uso de la duda filosófica, pues da la impresión, que para ser filósofo es necesario saber dudar, y que un filósofo es el que sabe usar la duda filosófica, que no teme poner en pausa sus certezas e iniciar un viaje a lo desconocido. Veamos un último ejemplo, cómo usó la duda filosófica, Jean Paul Sartre, que dice en su libro ‘El Ser y la Nada: Un Ensayo de Fenomenología Ontológica’ que: “la conciencia no trae ni ideas innatas, ni categorías, ni ninguna estructura precargada y aclara que ‘el primer paso de una filosofía ha de ser, pues, expulsar las cosas de la conciencia’.”[19] ¿Y cómo hacemos esto? La respuesta ya debe ser clara, a través de la duda filosófica.

¿Qué nos pide la F:.M:.S:. en el 1er Gr:.? Nos pide, conocernos a nosotros mismos, desbastar la P:.B:., huir del vicio y practicar las virtudes, pero también nos pide “silencio” y reflexión, y esto no es otra cosa que la duda filosófica, esto es hacer esa una pausa para cuestionarlo todo, incluso a nosotros mismos, derribar lo inútil y después continuar, con la rectitud de la escuadra y la regularidad del compás.

 

S:.F:.U:.

Leída la Plancha V:.M:.

 


 

Bibliografía

 

Referencia

Fuente

Autor

1

https://www.filco.es/elogio-de-la-duda/

Magdalena Reyes Puig

2

https://es.wikipedia.org/wiki/Duda_met%C3%B3dica

Wikipedia

3

Diccionario de la Lengua Española, decimonovena edición.

RAE

4

El Mundo de Sofía

Jostein Gaarder

5

https://es.wikipedia.org/wiki/Arist%C3%B3teles

Wikipedia

6

https://www.youtube.com/watch?v=Ty65EmDa_FI

“El Ser y la Nada, pt. 3”, Darin McNabb

7

https://www.youtube.com/watch?v=teVoXvaFXtw

“Hic sunt dogmatismus”, Darin McNabb

8

https://www.youtube.com/watch?v=VFvgl7rUr1M

“La Fijación de la Creencia”, Darin McNabb

 

 



[1] Véase la Referencia 1.

[2] Véase la Referencia 2.

[3] Véase la Referencia 9.

[4] Véase la Referencia 3.

[5] Véase la Referencia 3.

[6] Así se debiera interpretar mejor para el 1er Gr:.

[7] Véase la Referencia 3.

[8] Véase la Referencia 4, Descartes.

[9] Véase la Referencia 4, Descartes.

[10] Véase la Referencia 4, Descartes.

[11] Véase la Referencia 4, Descartes.

[12] Véase la Referencia 4, Descartes.

[13] Véase la Referencia 4, Descartes.

[14] Véase la Referencia 4, Descartes.

[15] Véase la Referencia 4, Descartes.

[16] Véase la Referencia 4, Descartes.

[17] Véase la Referencia 5.

[18] Véase la Referencia 7.

[19] Véase la Referencia 6.

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