miércoles, 4 de diciembre de 2019

Homenaje al Maestro


Introducción


“Maestro[1], del latín Magister, hace referencia a la persona que ha estudiado el magisterio y se encarga de enseñar a sus alumnos, en escuelas, colegios, institutos o universidades.”
Esta definición básica, que podemos encontrar en Wikipedia, parece quedar corta y no rendir el debido honor que merece el MAESTRO, aquél con el que cruzamos un pasaje de nuestras vidas, pero que inequívocamente marcó el curso de nuestro devenir.
No es pura cuestión de saber entregar conocimiento, eso lo tenemos en abundancia en la Nube; no es pura cuestión técnica que cualquier coach pueda transmitir; es algo más holístico, más integral, más personal, más emocional, algo que sólo un ser humano puede dar, y en esta Plancha lo vamos a ver, cuando la sociedad se aproxima al mayor desafío jamás enfrentado, dónde el avance tecnológico nos va a exigir más adaptación y creatividad que nunca, delegando en los Maestros su mayor prueba por el bien de la toda la Humanidad.



Desarrollo


¿Cuántos tipos de Maestros existen?


En la introducción vimos una definición que aplica bien a la Academia, al profesor normalista o simplemente al profesor de cualquier materia, pero existen variantes[2] que son importantes de reconocer como maestros de música, arquitectura, danza, literatura, pintura u oficios como la albañilería, la pesca, el tiro, ajedrez, etc., que se utilizan como grado de jerarquía (como en Masonería) o para aquellos cuya obra ha trascendido después de su muerte.
Otras formas son por ejemplo un sensei que puede enseñar un arte marcial, un gurú que puede enseñar hinduismo, budismo o sijismo[3], o como en el caso de las religiones puede ser también un guía espiritual como Jesús, Buda, Mahoma, Confucio o Lao Tse. También como se adelantó puede ser el título del Tercer Grado Masónico.
El Maestro que hoy nos interesa reconocer es aquel que tiene al menos un aprendiz, porque ahí ocurre la verdadera magia de transmitir, de preservar y finalmente hacer crecer la Luz.

¿Por qué son Importantes los Maestros?


De acuerdo a la UNESCO[4], la educación transforma vidas y ocupa el centro mismo de su misión, que consiste en consolidar la paz, erradicar la pobreza e impulsar el desarrollo sostenible. La educación debe ser considerada como un derecho humano para todos, a lo largo de la vida, y cuyo acceso a la instrucción debe ir acompañado de la debida calidad.”


Reconocimiento Internacional al Maestro


En general se celebra en casi todas partes el Día Mundial de los Docentes o Día del Profesor, el 5 de octubre de cada año, propiciado por la UNESCO con la colaboración de la UNICEF, desde 1994 e:.v:.
El mensaje conjunto de la UNESCO, OIT, UNICEF, PNUD e Internacional de la Educación, concluye diciendo “celebramos la labor de docentes dedicados de todo el mundo que siguen esforzándose día a día para que la ´educación de calidad, inclusiva y equitativa´ y la promoción de las  ´oportunidades  de  aprendizaje  permanente  para  todos´,  se conviertan en una realidad en todos los rincones del planeta.”[5]

Reconocimiento Nacional al Maestro[6]


En Chile, el Día del Profesor se celebra el día 16 de octubre de cada año, para homenajear a los profesores de educación básica y media. Esta fecha también corresponde al día de la creación del Colegio de Profesores de Chile en 1971 e:.v:.
Originalmente la fecha era el 14 de junio, como día del maestro, luego fue la fecha del 11 de septiembre como recuerdo del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento y luego volvió a cambiar al 10 de diciembre por el homenaje del Premio Nobel a Gabriela Mistral, hasta que finalmente ha quedado institucionalizada la fecha del 16 de octubre.



¿Qué es eso de educar y por qué es tan importante el Maestro?


Cuando faltan las palabras para precisar todo cuanto se quiere decir en tan sólo unas pocas líneas, la salvación siempre será la poesía, leamos entonces “Educar”, de Gabriel Celaya:
Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca…
Hay que medir, pensar, equilibrar…
y poner todo en marcha.

Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino…
un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia concentrada.

Pero es consolador soñar,
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño,
irá muy lejos por el agua.

Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.

Soñar que, cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera enarbolada.

Pausa, necesitamos una pausa para sopesar estas palabras y ver cómo la educación es un proceso de humanización de los unos a los otros, y viceversa, para entender que es la vida misma de la cultura, lo que permite su desarrollo y su evolución, y que, en definitiva, es nuestra historia y nuestro futuro. Todo esto no sería posible sin el Maestro.

¿Qué Espera la Masonería de nosotros sus Maestros?


Primero veamos lo que nos dice el Q:. H:. Aldo Lavagnini en el “Manual del Maestro”:
·         Maestro – del latín Magister –  significa, efectivamente, aquel que es magis o sea más que los demás: más sabio y justo; más grande moral, intelectual y espiritualmente; un hombre superior en todos los sentidos y por extensión aquel que ha superado el estado puramente humano de la evolución y se ha convertido en más que hombre.
·         Ser maestro es, pues, algo más que conocer las palabras y hacer los signos de este grado: la realización de la cualidad de tal es, para el hombre, la Suprema Conquista que se halla simbolizada por el místico ramito con el cual los maestros masones se vanaglorian de haber trabado directo conocimiento. Su trascendencia se haya demostrada también por el hecho de que las palabras y signos que se comunican en este grado se consideran como meros sustitutos de las palabras y signos reales, los que evidentemente deben ser buscados y encontrados individualmente mediante el esfuerzo personal de cada uno.

Ahora, veamos lo que nos propone el Q:. H:. Wirth en “El Libro del Maestro”:
·         Importa, pues, que los Maestros encargados de la dirección y del gobierno de las Logias tengan conciencia de su soberanía, de la cual deben mostrarse celosos. No tienen que obedecer sino las decisiones tomadas en el interés común y deben rehusar formalmente soportar fantasías legislativas contrarias al espíritu masónico.
·         Bajo este respecto, el verdadero Maestro sabe juzgar; en caso contrario, su recepción al tercer grado no ha sido sino una grotesca musaraña. Aquel en quien Hiram ha encontrado un cuerpo, se hace realmente Maestro en Masonería y no se inclina ante ningún mandato; el espíritu rector de la institución está en él y lo inspira en todos sus actos de soberanía.
·         Pero es difícil ser Maestro; por esto las Logias que se sienten dirigidas de un modo vacilante (a tientas) buscan por fuera la dirección ausente en el interior. Se subordinan entonces a una “Obediencia”, lo que es la negación misma de la Francmasonería, suprema escuela de la Libertad.
·         El verdadero Masón sabrá discernir y no obrará sino inspirándose en el bien real de la Orden. No olvidará nunca, por otra parte, el respeto que todo iniciado debe a la Ley, por más imperfecta que sea.

Creo entonces, que podría resumir todos estos sabios preceptos en simplemente “ser Señor de uno mismo”.



Reflexiones Finales


Perdón por la autoreferencia en esta Fiesta del Maestro; yo soy hijo de mis padres, así como vosotros de los vuestros VV:.HH:., pero además tuve Maestros como seguro vosotros tuvisteis también, y fueron ellos los que me enseñaron con palabras, con ecuaciones, con música, con arte, con deporte, con valores y finalmente con el ejemplo; todos ellos hicieron de mí un buen estudiante y a veces uno resiliente, ¡quien no se sacó un 1!, pero ellos convirtieron un niño tímido en alguien capaz de enfrentar un escenario y ese valor me ha acompañado toda la vida. Mi profesor de filosofía decía “deben ser Señor de sí mismo”, una frase simple que entonces era demasiado grande, pero que hoy es una verdad tan inevitable como necesaria, por eso, ¡Gracias Profesor!, gracias a ese profesor y todos los demás, porque cada uno me dio un regalo de por vida.
Siendo más justo aún, debo decir que el colegio y la universidad me entregaron mucho más que conocimientos, sus Maestros fueron un foco de Luz que se impregnó a mi ser, ayudando a definir quién soy. Quién diga que no hubo cosas malas sin duda miente o tiene mala memoria, pero la Masonería me enseñó a pasar la llana, así que sólo conservo los buenos recuerdos, aunque de los malos también aprendí, como bien lo dicta nuestro meliorismo.
Para finalizar esta Plancha, leamos una vez más a nuestro Q:. H:. Ruyard Kipling con su poema “Cuando Vayan Mal las Cosas”, para así dar ánimos a nuestros abnegados Maestros que contra viento y marea avanzan y siguen avanzando:
Cuando vayan mal las cosas
como a veces suelen ir,
cuando ofrezca tu camino
solo cuestas que subir,
cuando tengas poco haber
pero mucho que pagar,
y precises sonreír
aun teniendo que llorar,
cuando ya el dolor te agobie
y no puedas ya sufrir,
descansar acaso debes
¡pero nunca desistir!

Tras las sombras de la duda
ya plateadas, ya sombrías,
puede bien surgir el triunfo
no el fracaso que temías,
y no es dable a tu ignorancia
figúrate cuán cercano
pueda estar el bien que anhelas
y que juzgas tan lejano.

Lucha, pues por más que tengas
en la brega que sufrir,
cuando todo esté peor,
más debemos insistir.

Si en la lucha el destino te derriba,
si todo en tu camino es cuesta arriba,
si tu sonrisa es ansia satisfecha,
si hay faena excesiva y vil cosecha,
si a tu caudal se contraponen diques,
Date una tregua, ¡pero no claudiques!



[3] De Wikipedia: La doctrina básica del sijismo consiste en la creencia en un único dios y en las enseñanzas de los diez gurús del sijismo, recogidas en el libro sagrado de los sijes, el Gurú-grant-sajib.

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