A L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:.
R:.M:. y VV:.MM:.
Introducción
Wirth[1]
dijo “Una Ley Única rige al Universo…” O podemos decir también, como
publicó en 1964 un Q:.H:. de la Logia ‘Unión Fraternal’, “los Templos Masónicos
están fundamentados en doce columnas iguales, a las cuales se ornamenta con los
doce símbolos zodiacales, con el objeto de poner en evidencia que el Hombre y
el Cosmos constituyen una sola estructura orgánica, sus ritmos vitales presentan
notables correspondencias, y la interacción e interrelación son notorias y
evidentes, tanto en sus múltiples funciones como en sus reacciones y
movimientos.”[2]
Respecto a la antigüedad de todo esto, podemos decir que “…
el famoso Zodíaco, del templo de Dendera, en Egipto, acusaría, de acuerdo a sus
inscripciones, una construcción que se remontaría por sobre 90,000 años de
existencia.”[3]
Sin embargo, los pentaclos son algo más sofisticado y
complejo, pues corresponden a un término usado por los hermetistas[4], son una configuración simbólica que reconoce
los 12 signos zodiacales, los 7 planetas[5]
que los influencian, los 4 elementos que los componen y los 3 principios
alquímicos que les caracterizan.
Este trabajo hace dos aportes significativos al tema de los
pentaclos, reúne en sí mismo todos los aspectos simbólicos necesarios para la
interpretación del trabajo, pero además aporta la corrección de dos pentaclos
del “Libro del Maestro” de Wirth, que estaban intercambiados y uno de ellos
estaba además rotado.
Desarrollo
Los Componentes de los Pentaclos
Los 12 Signos del Zodiaco
“El término "Zodiaco" proviene del griego, que
significa cintura de lo viviente, círculo de la vida o círculo de los seres vivos.
Etimológicamente provendría de los vocablos Zoon, que quiere decir ser vivo, y
dia, que significa a través.”[6]
Respecto a por qué son 12 signos del zodíaco, podemos
decir que “el número 12 representa la división más antigua y natural del
círculo: dos diámetros que se cortan en ángulos rectos y cuatro arcos que, con una
longitud igual a la del radio de la respectiva circunferencia, se trazan estos
últimos, haciendo centro en los extremos libres de los diámetros... Aplicando
esta división al círculo celeste astronómico, se determinan, como es lógico,
doce espacios iguales, que son los que el sol recorre anualmente en su aparente
movimiento geocéntrico, dando así origen al duodenario zodiacal, de muy
importante simbolismo relacionado con el año, prototipo de todos los ciclos, de
las fases de la vida humana y de la propia Iniciación.”[7]
Sin embargo, esto no es una verdad absoluta, porque “la
división del zodiaco en 12 casa o signos, es una simple arbitrariedad, lo que
demuestra su inconsistencia. Los distintos sistemas astrológicos, dan como
resultado distintas divisiones, en las distintas escuelas astrológicas:
mesopotámica, grecolatina, china, celta, maya, etc.”[8]
Respecto a su uso iniciático, podemos decir que “en los
misterios de Ceres, el Iniciado era sometido a pruebas que semejaban el destino
que debe afrontar la semilla confiada a la caricia transmutadora de la tierra y
a la influencia solar, teniendo que soportar el encadenamiento de metamorfosis
cuyo resultado es la revolución circular de la vida.”[9]
De acuerdo a este principio, “cada signo del Zodíaco toma bajo este
punto de vista una significación particular.”[10]
Los 7 Planetas
Los siete “planetas” originales vistos desde la Tierra, y ordenados
como le nombramos de acuerdo a los días de la semana, son: el Sol (luminaria),
la Luna (luminaria por refracción de la luz del Sol), Marte, Mercurio, Júpiter,
Venus y Saturno.
“Si observamos el planeta Marte, tomando como referencia
determinadas estrellas, éste se desplaza durante algunos meses siguiendo una
línea ligeramente curva, para luego hacer un giro ovoide (retrogradación),
siguiendo por último, el mismo sentido anterior. El curso de ese
desplazamiento, con respecto al del Sol, de la Luna y de los demás planetas,
permite establecer relaciones frente a determinados procesos, que tienen que
ver con la Naturaleza y con el Hombre, desde un aspecto individual y/o
colectivo.”[11]
Tal véz en este hecho podemos encontrar la explicación de la relación que
más tarde se realiza entre los 7 planetas y los 12 signos del zodíaco, por
cuanto conforme avanza el zodíaco se produce una peculiar alternancia que avanza
y luego retrocede en relación con los planetas, lo que se puede observar
fácilmente a través del recorrido de la tabla de los 12 pentaclos que se
propone más adelante.
Para una mejor comprensión de la simbología de los planetas,
a la hora de interpretar los pentaclos, es necesario tener presente los
siguientes significados respecto a sus grafos:
Los 4 Elementos
Los cuatro elementos Tierra, Aire, Agua y Fuego, tienen
significados particulares[12]:
La Tierra (fría y seca)
Se trata de un estado que representa lo sólido, aquello que podemos
ver y tocar, y también hace referencia al campo y a la agricultura, aquello que
nos da de comer y representa la naturaleza más pura. Por todas estas razones,
se trata del elemento relacionado con la familia, la rutina y lo convencional.
Representa aquello que nos centra.
El Aire (cálido y húmedo)
El Aire está en todos sitios, aquello que vuela por encima y
por debajo nuestro, que nos sube al cielo y nos da toda la vida, nos permite
respirar y vivir. Se relaciona con las artes, con la poesía, la danza y la
música. La energía del aire se relaciona con aquello que está detrás del mundo
material, con todo lo que podemos percibir con nuestro pensamiento. Se trata de
todo lo contrario a lo material y unido intrínsecamente, al pensamiento
abstracto.
El Agua (fría y húmeda)
Es esencial para la vida. No solo cada ser vivo está
compuesto de agua, sino que además, sin ella, no podríamos subsistir. El agua
se relaciona directamente con la parte femenina que cada uno tiene, con la
calma, la paz y la serenidad. Además, si hablamos del inconsciente, el agua
tiene mucho que ver con nuestros deseos ocultos.
El Fuego (cálido y seco)
Representa toda la energía que hay en nosotros, algo
luminoso y grande. Este elemento que nos da la oportunidad de volver a empezar,
lo malo lo quemamos con el fuego para volver a renacer. La importancia del
fuego radica en el renacer de nuestro espíritu, pero también en la
majestuosidad y la luminosidad. Además, como elemento, el fuego nos permite
calentarnos y protegernos del frío. El fuego es lo que nos hace avanzar hacia
nuestro verdadero ser, al más entusiasta y libre.
Los 3 Principios Alquímicos
“Los
alquimistas distinguen dos principios opuestos: el Azufre y el Mercurio, a los
cuales asocian un término medio: la Sal.”[13]
De
acuerdo a Paracelso, el Azufre es el principio vital anómimo e
inconsciente (los rayos expansivos del Delta Luminoso), el Mercurio representa
al alma y la conciencia (las nubes alrededor del Delta Luminoso, producto de
las influencias del exterior), mientras que la Sal es el cuerpo (el
Delta propiamente tal), lo sólido, la materia.
Los 12 Pentaclos
Las antiguas tradiciones relativas al zodíaco, establecieron
una ligazón con el septenario de los planetas del mundo antiguo. “En este
sentido el Sol tiene su domicilio en Leo y la Luna está en
su casa en Cáncer”[14],
formado de este modo una excepción dentro del modelo, que de alguna forma se
compensa por Saturno para Capricornio y Acuario.
Para el ordenamiento habitual del zodíaco tenemos las
siguientes relaciones con los 7 planetas, los 4 elementos[15]
y los 3 principios alquímicos, lo que muestra finalmente que el Todo es más que
la suma de las partes:
Signos Zodiacales |
7 Planetas y sus relaciones |
3 Principios Alquímicos |
4 Elementos |
Disposición
Boreal de los Signos del Zodíaco |
|||
Aries (marzo - abril) El Carnero |
Marte |
Azufre |
Fuego |
Tauro (abril - mayo) El Toro |
Venus
(Luna y Saturno) |
Sal |
Tierra |
Géminis (mayo - junio) Los Gemelos |
Mercurio (Sol, Luna y Saturno) |
Mercurio
–
Azufre |
Aire |
Cáncer (junio - julio) El Cangrejo |
Luna (Plata) |
Mercurio – Sal |
Agua |
Leo (julio - agosto) El León |
Sol
|
Azufre |
Fuego |
Virgo (agosto -
septiembre) La Virgen |
Mercurio
(Sol, Luna y Saturno) |
Sal |
Tierra |
Disposición Septentrional de los
Signos del Zodíaco |
|||
Libra (septiembre - octubre) La Balanza |
Venus (Luna y Saturno) |
Mercurio – Azufre |
Aire |
Escorpio (octubre - noviembre) El Escorpión |
Marte (Sol y Saturno) |
Mercurio – Sal |
Agua |
Sagitario (noviembre - diciembre) El Arquero |
Júpiter
|
Azufre |
Fuego |
Capricornio (diciembre - enero) La Cabra |
Saturno (Bronce) |
Sal |
Tierra |
Acuario (enero - febrero) El Aguador |
Saturno (Plomo) |
Mercurio – Azufre |
Aire |
Piscis (febrero - marzo) Los Pesces |
Júpiter (Sol y Luna) |
Mercurio – Sal |
Agua |
Según Wirth[16]
y conforme al simbolismo del hemisferio norte:
Aries (Marte, Azufre y Fuego): El Fuego sulfuroso constructivo
interior, que estimula todo crecimiento y desarrollo. Adormecido durante el
invierno, despierta en primavera, hace germinar el grano (trigo, O) y provoca
la abertura de los brotes (volver a empezar). Representa la iniciativa
individual (à),
que se levanta bajo el impulso de una influencia exterior general, como la
energía aprisionada en los gérmenes entra a obrar a la señal del Sol. Es el
ardor iniciático que conduce a buscar la Iniciación (el Vellocino de Oro). (Es
el Inicio de la Columna de los AA:.).
Tauro (Venus, Sal y
Tierra): Representa la materia (+) receptiva (Sal) en la cual se ha
efectuado la fecundación (O). La elaboración interior (al interior de la
Tierra). Juiciosamente preparado, el recipiendario ha sido admitido a las
pruebas... taurinas.
Géminis (Mercurio,
Mercurio y Aire): Los hijos (aire) de la Tierra (O) fecundada por el Fuego.
El doble Mercurio de los Alquimistas (aire – fuego temperado por el agua – y
agua) simbolizado por dos serpientes o por una serpiente de dos cabezas. La
vitalidad constructiva y organizante. La sublimación de la materia (+) en la
flor (Loto) que se expande (,
la conciencia). El neófito recibe la Luz.
Cáncer (Luna,
Mercurio y Agua): La salvia (Agua) hincha las formas que alcanzan su plenitud
().
La vegetación es lujuriosa. Es la estación de las hojas, de las yerbas y de las
legumbres, pero los granos y las frutas permanecen verdes. Los días son largos:
la luz abunda. El iniciado se instruye (la conciencia), asimilándose la
enseñanza iniciática. Es el tiempo del Solsticio de Verano en el hemisferio
norte.
Leo (Sol, Azufre y
Fuego): El Fuego exterior del Sol interviene para secar y matar lo que no
es sino construcción acuosa, para cocer y madurar la envoltura de los gérmenes
ígneos. La razón implacable ejerce su crítica rigurosa sobre todas las nociones
recibidas (O). El Iniciado controla por sí mismo () con severidad las ideas que han
podido seducirlo.
Virgo (Mercurio,
Sal y Tierra): La substancia fecundada (Tierra, +), esposa virginal del
Fuego fecundador, pare y recobra su virginidad (O) (simbolizada por la
inversión de Mercurio). La cosecha está madura, el calor menos tórrido.
Habiendo hecho su elección entre los materiales de construcción, el Iniciado
los junta para desbastarlos y tallarlos conforme a su destino (Sal).
Libra (Venus, Mercurio y Aire): Equilibrio (O) de
las fuerzas constructivas y destructivas. Madurez: el fruto (+) en todo su
sabor, paso de la Tierra al Aire. El Compañero (la conciencia) en estado de
desplegar su máximum de actividad útilmente aplicada. También señala el
principio de los 3 malos Compañeros que matan a Hiram (degradación por el Aire,
Agua y Fuego). (Es el Inicio de la Columna de los CC:.).
Escorpión (Marte, Mercurio y Agua): La masa acuosa
fermenta (à).
Los elementos de la construcción (O) vital se disgregan atraídos hacia nuevas
combinaciones. Desorganización revolucionaria (la conciencia). El Sol precipita
su caída hacia el hemisferio austral. Complot de los malos Compañeros Hiram es
herido de muerte (los deseos ocultos). Este pentaclo estaba intercambiado
con Capricornio y requirió un giro para apuntar Marte hacia arriba, la punta de
Scorpio hacia la derecha y así dejar correcto el símbolo del Agua.
Sagitario (Júpiter, Azufre y Fuego): El espíritu (Azufre
y )
animador se ha desprendido del cadáver y planea en las alturas (es la
oportunidad para el reinicio). La naturaleza (+) toma un aspecto desolado. Los
obreros abandonados sin dirección se lamentan y al final se dispersan para
buscar el cuerpo Hiram asesinado, como si fueran cazadores. Estos últimos 3
meses del otoño son un proceso de retrogración que comienza en el aire,
condensado en agua, para convertirse en fuego nuevamente.
Capricornio
(Saturno, Sal y Tierra): Nada vive ya, la substancia (sal) terrestre está
inerte (+), pasiva, pero fecundable de nuevo (). La tumba de Hiram es
descubierta gracias a la rama de Acacia, único vestigio de la vida
desaparecida. Estos últimos 3 signos muestran el proceso hermético del paso a
la Tierra como Agua secada por el Fuego. (Es la transformación de la muerte en
nueva vida, es el Solsticio de Invierno) Probablemente las Fiestas Saturnales marcaban
la finalización de los trabajos del campo (Tierra), que se celebrada tras la
conclusión de la siembra de invierno, cuando el ritmo de las estaciones dejaba
a toda la familia campesina, incluidos los esclavos domésticos, tiempo para
descansar del esfuerzo cotidiano.
Acuario (Saturno,
Mercurio y Aire): Los elementos constructivos (+) se reconstruyen en la
tierra reposada que se prepara para nuevos esfuerzos generadores; ésta se
satura ()
de dinamismo vitalizante (alma). El cadáver de Hiram es sacado a la luz (Aire) y
la cadena se forma para resucitarlo.
Piscis (Júpiter,
Mercurio y Agua): El hielo se rompe, las nieves se funden regando el sueldo
(+) de fluidos (Agua) propios para ser vitalizados (,
alma). Los días alargaban rápidamente, el reinado de la Luz se afirma (Júpiter).
Hiram es vuelto a levantar, vuelve a tomar conciencia: la Palabra perdida es
recobrada.
Conclusiones
Bibliografía
1.
Cuadernillo N° 36 S:.C:. Javier Peña Dabner, 32°
2.
Libro del Maestro. Oswald Wirth.
3.
Trazado entre Columnas. Sebastián Jans Pérez.
4.
HERMETISMO Y MASONERÍA,Doctrina, Historia,
Actualidad. Federico González.
5.
https://refugiodelalma.com/el-verdadero-significado-de-los-4-elementos-de-la-naturaleza.html#:~:text=Si%20alguien%20te%20pregunta%20acerca,%2C%20tierra%2C%20fuego%20y%20aire.
[1]
Véase la Referencia 2, “El Féretro de Osiris”.
[2]
Véase la Referencia 3, “Visiones Sobre el Simbolismo Zodiacal en la Masonería
Chilena”.
[3]
Véase la Referencia 1, 7.- “Acentos zodiacales”.
[4]
Véase la Referencia 2, “El Duodenario”.
[5]
En realidad son 5 planetas: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, y 2
luminarias: el Sol y la Luna.
[6]
Véase la Referencia 3, “El Zodíaco y el Conocimiento Astrológico”.
[7]
Véase la Referencia 1, página 31.
[8]
Véase la Referencia 3, “El Zodíaco y el Conocimiento Astrológico”.
[9]
Véase la Referencia 1, 7.- Acentos zodiacales.
[10]
Véase la Referencia 2, El Duodenario.
[11]
Véase la Referencia 3, “El Zodíaco y el Conocimiento Astrológico”.
[12]
Véase la Referencia 5.
[13]
Véase la Referencia 4, “CAPÍTULO I LOS LIBROS HERMÉTICOS. PARTE V.”
[14]
Véase la Referencia 2, El Duodenario.
[15]
El Aire es Fuego temperado por el Agua y la Tierra es Agua
Secada por el Fuego.
[16]
Véase la Referencia 2, El Duodenario.
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