V:.M:. y QQ:.HH:.
“Nadie,
mientras vive, puede saber lo que es
La Verdad y cómo distinguir lo verdadero de lo falso. Mientras el
hombre se halla encerrado en la nebulosa cárcel de su cuerpo, es incapaz de
percibir la substancia del ser, el secreto del Universo, el divino Absoluto.
Después de la muerte, el espíritu reconquista su plena lucidez. Para saber qué
es
La Verdad, es necesario morir.”
Séneca, una respuesta estoica a Poncio Pilatos
Introducción
“’S |
er o no ser, he ahí el dilema.’ Así nos diría Hamlet…
porque la duda, el cuestionamiento de uno mismo (valores,
comportamientos, pensamientos), es la actitud filosófica por excelencia.
La duda es ante todo una actitud, un detenerse, un dejar de hacer para
poder pensar, una interrupción de ese piloto automático del día a día.”[1]
Dicho esto, la “duda filosófica” debiera tener sus
orígenes en la propia Filosofía en general, pero para focalizarnos en un punto
preciso de la Filosofía e Historia, este trabajo tomará como primera vertiente
a nuestro “Q:. H:.” René Descartes, por ser el padre de la “duda
metódica”, por allá en el lejano siglo XVII e.v. Pero Descartes,
¿fue masón? Muchas LLog:. sobre la Faz de la Tierra llevan su nombre,
pero queda la duda.
“La duda metódica es un método y principio para
llegar a una base de conocimiento cierto, desde donde partir y fundamentar otros
conocimientos.”[2]
Así que, es un excelente punto inicial para analizar y entender lo que es la duda
filosófica, para finalmente poder llegar a la relación con el 1er
Gr:. de la F:.M:.S:.
Desarrollo
Podríamos decir que la “Duda” es lo opuesto a la “Creencia”,
es un estímulo, una “irritación” que se resuelve por la vía de la “indagación”.
El pensamiento es estimulado por la irritación de la duda y cesa a través de la
indagación por la disposición de una nueva creencia.[3]
La indagación utiliza cuatro métodos, la Tenacidad, la Autoridad, lo “a priori”
y finalmente el “método científico”, temas que escapan al alcance de este
trabajo.
Pero no nos adelantemos tanto y vamos por las definiciones
iniciales para entender cómo trabaja la “duda filosófica”.
Definiciones Preliminares
Filosófico: Perteneciente o relativo a la Filosofía.[4]
Filosofía: Ciencia que trata de la esencia,
propiedades, causas y efectos de las cosas naturales.[5]
Duda Filosófica: Suspensión voluntaria
y transitoria del juicio para dar espacio y tiempo, al espíritu
(“la conciencia”[6]),
a fin de que coordine todas sus ideas y todos sus conocimientos.[7]
René Descartes y la Duda Metódica
A |
sí como Sócrates decía, “sólo sé que nada sé…”
en una mezcla de ironía socrática y mayéutica, como parte de su
método de enseñanza, Descartes no se resignó a no saber nada, la verdad
es que Sócrates tampoco lo había hecho ante el escepticismo de
los sofistas.[8]
Descartes planteó su propio método, dónde “no
podemos considerar nada como verdad, si no reconocemos claramente que lo es.
Para conseguir esto, puede que sea necesario dividir un problema complejo en
cuantas partes sea posible. Entonces, se puede empezar por las ideas más
sencillas.”[9]
Continuaba explicando, “como punto de partida se debe
dudar de todo, porque no se querría edificar un sistema filosófico sobre un
fondo de arena.”[10]
Y le “resultaba imprescindible librarse de ideas viejas, antes de comenzar su
propia indagación filosófica.”[11]
La duda de Descartes fue muy profunda, “pues
decía que ni siquiera podemos fiarnos de lo que nos dicen nuestros sentidos.”[12]
Así que llegó a un punto cero, donde dudó de Todo y eso fue
lo único de lo que pudo estar seguro. Pero eso, al fin y al cabo, significaba
que pensaba, y si pensaba significaba que existía (cogito, ergo sum).[13]
Y de ahí, que logró una seguridad intuitiva tal, que cumplió aquella idea de Platón,
de que lo que captamos con la razón es más real y existente, que aquello que
captamos con los sentidos.[14]
Esta manera de pensar es marcadamente “racional” y tal
como Sócrates o Platón, proponía una relación fuerte entre el
pensamiento y la existencia.[15]
Luego de esto, derivó la idea que la realidad exterior también tiene algunas
cualidades que podemos reconocer con la razón y concluyó de este modo
que “la naturaleza no es un sueño”.[16]
Por supuesto que, el Método de Descartes tiene otras
falencias, y no es de ningún modo la solución al problema de la Filosofía,
pero puso el énfasis correcto en la duda, en la duda filosófica,
en saber hacer una pausa para cuestionarlo Todo, y luego volver a la senda de la
búsqueda de la Verdad.
Ejemplos de otros Filósofos
y la Duda Filosófica
Sócrates y la Mayéutica
Creó lo que hoy conocemos como «Método Socrático», que
abarca «La Mayéutica» y «La Ironía Socrática», gracias a lo cual
se ganó el apodo del “Tábano de Atenas”.
Su intelectualismo moral, planteó que el saber es
igual a la virtud: “Solo existe un bien: el conocimiento. Solo hay un
mal: la ignorancia”. La bondad, el conocimiento y la felicidad, se
encuentran estrechamente entrelazadas y, por lo tanto, es necesario establecer
una moral no relativista, válida para todos.
La filosofía socrática es absolutamente práctica: “Una vida sin examen no merece la pena de
ser vivida”. Podríamos parafrasearlo aquí y decir que una vida sin dudar
filosóficamente no merece la pena de ser vivida.
Su método de la mayéutica, para ayudar a parir la Verdad
que contiene cada cada uno, a través de preguntas que van deshaciendo los
preconceptos adquiridos, fue, sin duda, un gran aporte respecto a la duda
filosófica en los “albores” de la Filosofía.
Aristóteles
Fue capaz de explicar racionalmente por qué fallaba el intelectualismo
moral de Sócrates y planteó la cuestión de la Incontinencia,
es decir que la Razón no mueve necesariamente a la Voluntad. Yo
puedo conocer teóricamente lo que es mejor para mí y, sin embargo, fallar en la
acción concreta debido a una debilidad de mi voluntad.
Esto a su vez, es lo que permite que el incontinente se
arrepienta mucho más fácilmente que el vicioso, que es el que hace el mal por
vicio, de forma deliberada.
Para la conducta moral, no cabe duda que, lo
fundamental es la perfección de la Voluntad antes que la perfección del Intelecto.
Por otra parte, Aristóteles escribió cerca de 200
obras sobre una gran variedad de temas: lógica, metafísica, filosofía de
la ciencia, ética, filosofía política, estética, retórica, física, astronomía y
biología (la noción de categorías). Y es particularmente en la lógica
y la biología, que es reconocido como su padre fundador, producto de las
investigaciones sistemáticas que realizó al respecto.[17]
Las que, por ejemplo, lo condujeron a definir cuatro tipo de causas, formalis,
materialis, efficiens y finalis.
Nuevamente, sobresale aquí el poder de la duda filosófica,
como método para cuestionar los que se piensa que se sabe y alcanzar el
siguiente nivel de verdad.
Kant y la Filosofía Crítica[18]
Es quien introduce en el término “dogmático” en la Filosofía,
y acusó a los racionalistas como Descartes, Leibniz y Spinoza,
de ser dogmáticos, de hacer metafísica dogmáticamente, porque afirmaban tener
conocimiento de objetos que no se daban en la experiencia humana, objetos como
Dios, mónadas, sustancia, el alma y su inmortalidad y libertad, sin investigar
la capacidad de la razón para llegar a tales conclusiones. Es decir, los
acusó de falta de duda filosófica, y descartó así sus propuestas, a
través de lo que llamó la Filosofía Crítica, lo que podríamos considerar
como una forma avanzada de la duda filosófica, pero que requiere
apoyarse en algunos elementos dogmáticamente aceptados, que podríamos
llamar axiomas básicos para no caer en el Escepticismo Filosófico,
el que sería su límite.
Reflexiones Finales
C |
reo que ya es claro en este punto, que por cada filósofo que
revisemos, encontraremos en algún momento el uso de la duda filosófica,
pues da la impresión, que para ser filósofo es necesario saber dudar,
y que un filósofo es el que sabe usar la duda filosófica, que no teme
poner en pausa sus certezas e iniciar un viaje a lo desconocido. Veamos un
último ejemplo, cómo usó la duda filosófica, Jean Paul Sartre,
que dice en su libro ‘El Ser y la Nada: Un Ensayo de Fenomenología
Ontológica’ que: “la conciencia no trae ni ideas innatas, ni categorías,
ni ninguna estructura precargada y aclara que ‘el primer paso de una
filosofía ha de ser, pues, expulsar las cosas de la conciencia’.”[19]
¿Y cómo hacemos esto? La respuesta ya debe ser clara, a través de la duda
filosófica.
¿Qué nos pide la F:.M:.S:. en el 1er Gr:.?
Nos pide, conocernos a nosotros mismos, desbastar la P:.B:., huir del vicio y
practicar las virtudes, pero también nos pide “silencio” y reflexión, y
esto no es otra cosa que la duda filosófica, esto es hacer esa una pausa
para cuestionarlo todo, incluso a nosotros mismos, derribar lo inútil y después
continuar, con la rectitud de la escuadra y la regularidad del compás.
S:.F:.U:.
Leída la Plancha
V:.M:.
Bibliografía
Referencia |
Fuente |
Autor |
1 |
Magdalena Reyes Puig |
|
2 |
Wikipedia |
|
3 |
Diccionario de la
Lengua Española, decimonovena edición. |
RAE |
4 |
El Mundo de
Sofía |
Jostein
Gaarder |
5 |
Wikipedia |
|
6 |
“El Ser y la
Nada, pt. 3”, Darin McNabb |
|
7 |
“Hic sunt dogmatismus”,
Darin McNabb |
|
8 |
“La Fijación
de la Creencia”, Darin McNabb |
[1]
Véase la Referencia 1.
[2]
Véase la Referencia 2.
[3]
Véase la Referencia 9.
[4]
Véase la Referencia 3.
[5]
Véase la Referencia 3.
[6]
Así se debiera interpretar mejor para el 1er Gr:.
[7]
Véase la Referencia 3.
[8]
Véase la Referencia 4, Descartes.
[9]
Véase la Referencia 4, Descartes.
[10]
Véase la Referencia 4, Descartes.
[11]
Véase la Referencia 4, Descartes.
[12]
Véase la Referencia 4, Descartes.
[13]
Véase la Referencia 4, Descartes.
[14]
Véase la Referencia 4, Descartes.
[15]
Véase la Referencia 4, Descartes.
[16]
Véase la Referencia 4, Descartes.
[17]
Véase la Referencia 5.
[18]
Véase la Referencia 7.
[19]
Véase la Referencia 6.
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