domingo, 29 de mayo de 2022

¿Quién fue Hiram Abif y Cuál fue su Leyenda? ¿Pudo existir?

 A L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:.

 

R:.M:. y VV:.MM:.

¿Quién fue Hiram Abif y Cuál fue su Leyenda? ¿Pudo existir?

Introducción

 

Hiram Abif… La leyenda… “La Leyenda del Tercer Grado” sabemos que es una invención, sabemos que no estamos frente a un personaje mítico, que no se trata de un dios como Toth para los egipcios o de Hermes Trismegisto para los griegos, pero que tiene algo de Osiris con aquello de su afanismo, euresis y palingenesia.

Pero a pesar de aquello, su significado es mucho más poderoso que cualquier otro símbolo solar o solsticial, pues es de un significado trascendente para el hombre, que va más allá del landmark de la “Inmortalidad del Alma” para llevarnos ante el misterio de la Regeneración Iniciática Individual también conocida como V.I.T.R.I.O.L.

 

Desarrollo

¿Quién fue Hiram Abif?

 

De acuerdo a Wirth[1], en el libro de los Reyes, capítulo VII, versículo 13 en adelante, dice: “Pues, el rey Salomón había hecho venir de Tiro a Hiram, hijo de una mujer viuda de la tribu de Nephtalí, el padre del cual era Tirio, que trabajaba en cobre, muy experto, inteligente y sabio para hacer toda clase de obras de bronce; vino pues, hacia el Rey Salomón e hizo toda su obra”.

Más adelante agrega que en el Segundo Libro de las Crónicas, capítulo I, versículos 13 y 14, el rey Hiram de Tiro, escribiendo al rey Salomón, se expresa a su vez como sigue: “Te envío, pues, ahora un hombre experto y hábil: Hiram Abif[2], hijo de una mujer descendiente de la tribu de Dan, y cuyo padre era Tirio; que sabe trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, en piedras y en madera; en escarlata, en púrpura, en lino fino y carmesí; y que sabe hacer toda suerte de grabados y dibujos, y todas las cosas que se le propongan, con los hombres hábiles que tú tienes, y los que has tenido de mi señor David, tu padre”.

Y así, lastimosamente, no podemos deducir por ello que Hiram Abif haya dirigido la construcción del Templo, gobernado el inmenso ejército de obreros, repartidos en AA:., CC:. y MM:., como enseña nuestra Tradición.

 

¿Cuál fue su Leyenda para el Tercer Grado?

 

Nuevamente Wirth[3] nos dice: “La admirable organización, instituida por el más genial y dirigida por el más benévolo de los Jefes, habría debido funcionar para siempre de una manera perfecta. Pero la perfección no existe en la naturaleza de las cosas: es un ideal hacia el cual tienden los seres y las instituciones, pero que nadie sabría alcanzar”.

Para no relatar toda esta extensa leyenda sólo se destacarán algunas ideas de fuerza:

·         Traición de algunos obreros, que desde el grupo de los Compañeros resolvieron llegar a la Maestría por la violencia.

·         Tres traidores abordaron al Maestro en las 3 puertas del Templo y lo golpearon con 3 herramientas diferente, en el Mediodía con la Regla en la Garganta, en el Occidente con la Escuadra en el Corazón y en el Poniente con el Mallete en la Frente, con una última exclamación de Hiram: ¡Antes morir que faltar al deber!

Al respecto de este punto de la historia Magister nos dice[4]: “Así cayó Hiram bajo los golpes de los tres asesinos, que después, se juntaron para pedirse recíprocamente la Palabra, y habiendo contestado que ninguno de los tres la poseía, quedaron horrorizados del inútil crimen, y no tuvieron otro pensamiento que ocultarlo y hacer desaparecer sus huellas”.

Lo siguiente es[5]:

·         Que esperando, que la noche les permita transportar lejos el cadáver de Hiram, lo entierran provisoriamente bajo un montón de escombros acumulados al norte del Templo; después, a medianoche, toman el campo con su fúnebre fardo.

Sólo queda el desenlace final[6] resumido:

·         Los Maestros resolvieron reunirse.

·         El confidente de Hiram más experimentado debió presidir la asamblea.

·         Ésta no se preocupó sino de encontrar a Hiram, vivo o muerto, y con este objetivo designó a nueve maestros encargados de explorar, tres por tres, el Mediodía, el Occidente y el Oriente, para reunirse después, el noveno día de las investigaciones en un punto determinado de la región del Norte.

·         Se volvieron a reunir sin éxito, pero uno de los exploradores, hizo una relación que reanimó todas las esperanzas. Cayéndose literalmente de fatiga, este Maestro había querido agarrarse de una rama de acacia. Entonces, con gran sorpresa suya, esta rama se le quedó en la mano, porque había sido introducida en una tierra recientemente removida.

·         Todos se levantan y siguen al guía hasta la altura desolada que corona un montículo marcado con la rama de buen augurio.

·         Es ahí donde reposan los despojos del Maestro, porque un Compás y una Escuadra yacen cerca de la rama verde, emblema de la esperanza que surge de la tumba.

·         Con ayuda de sus trullas, los Maestros cavan la tierra y descubren a escasa profundidad el cuerpo de Hiram, cuyo rostro desaparece bajo el mandil, insignia de su dignidad.

·         Con un gesto brusco el velo es retirado.

·         Los rasgos augustos del muerto aparecen entonces inalterados como si todavía los animase la vida.

·         Un indecible horror hiela en el acto a los Maestros en una actitud por la cual expresarán en lo sucesivo que han entrado en posesión del cuerpo inerte de la tradición masónica.

·         Cuando el cadáver de Hiram desenterrado aparece en su integridad como listo para volver a la vida, es que los Maestros fieles han llegado a reconstruir la tradición en su conjunto material.

·         No les queda más que resucitar al muerto procediendo según los ritos.

·         El Vigilante encargado de los Aprendices, el que experimenta la virtud de la palabra B:., oprime el índice de la mano derecha del cadáver. Es éste un llamado a la energía interior, al fuego constructivo innato que hace obrar a los seres por sí mismos. Pero nada se mueve y el Vigilante renuncia a su empresa gimiendo: ‘La carne se desprende de los huesos’.

·         Su colega que instruye a los Compañeros, espera tener mejor éxito apretando el dedo medio mientras que articula J:. Pero no es más feliz, porque la fuerza exterior que penetra a los individuos para estimular su ardor vital, no tiene eficacia, si no encuentra la menor chispa bajo las cenizas de un hogar definitivamente apagado. Así, desesperando de sus medios de acción, el Iniciado suelta la mano y expresa gimiendo: ‘Todo se desune’.

·         Entonces interviene el Jefe: ‘¡Aisladamente – dice - somos impotentes! Unámonos, pues, con fervor si queremos realizar maravillas. ¡Formemos una cadena viviente alrededor del cadáver y para reanimarlo hagamos obrar los supremos recursos del Arte!’

·         Formada ritualmente la cadena, todos se recogen en sí mismos; después el Jefe, colocado a los pies del muerto, se destaca y toma la mano derecha del cadáver, remontándola hasta la muñeca. Tira enseguida hacia él, mientras que los dos Vigilantes empujan a Hiram hacia adelante por los hombros, después lo levantan enteramente, tan bien que el Maestro resucitado se encuentra de pie frente al Jefe que lo recibe pie derecho contra pie derecho, rodilla contra rodilla, pecho contra pecho, las manos derechas entrelazadas y la mano izquierda pasada por encima del hombro para sostener al desfalleciente, porque la revivificación no está todavía completa: sólo la vida vegetativa circula de nuevo, pero el espíritu permanece adormecido.

·         Para despertarlo, palabras de vida son pronunciadas en voz muy baja al oído del candidato sustituido al cadáver de Hiram. Se le llama así M:. B:., dicho de otro modo: ‘Hijo de la Putrefacción’.

Magister nos da una nota extra en esta parte de la historia y dice[7] respecto de los Maestros que buscan a Hiram antes de dar con su ubicación: “Después de haber recorrido inútilmente durante tres días todos los caminos y regiones, en la mañana del cuarto, uno de los Maestros que había caminado en dirección al Occidente, hallándose sobre las montañas del Líbano, en vista del puerto de Jopá, buscando un lugar en dónde pasar la noche, penetró en una caverna y quedó sorprendido de oír voces humanas. Reconoció después que se trataba de los tres compañeros, que obsesionados por el crimen, se relataban mutuamente sus particularidades. Llamó entonces el Maestro en cuestión a los otros dos, y éstos los vieron hacer los signos simbólicos del castigo, que querían infringirse por el crimen cometido, signos que adoptaron después, según nos cuenta la misma leyenda, como medios de reconocimiento para los tres grados”.

 

¿Pudo existir?

 

Wirth señala[8] que “ninguno de los antiguos manuscritos masónicos hace alusión a la muerte trágica del arquitecto del Templo de Salomón; por otra parte, ninguna mención relativa al ceremonial de recepción del tercer grado es anterior a 1725”. Y agrega más tarde que “desde el punto de vista de la ciencia de los mitos y de los símbolos, esta dramatización es una pura Obra Maestra que no tiene semejante en este género”. Con esto confirmamos que la Leyenda es una invención, una construcción alegórica con un propósito trascendentalmente iniciático para la transmisión de la Tradición Masónica, de sus principios y valores; pero tal como se mencionó al comienzo el Hiram Abif bíblico sí “existió”, sólo que los hechos que relata su Leyenda son la leyenda.

Pero, por otra parte, resulta que Hiram Abif, es más real que todos nosotros, como explicaba otro Q:.H:. al hablar del “Viejito Pascuero”. Claro, porque Hiram Abif, ya es un personaje trascendente, es parte de nuestra realidad como masones especulativos, hablamos de él por poco más de 300 años, su huella, su marca en la Tradición son esenciales, si eso no es ser “real” qué otra cosa podría serlo.

 


 

Reflexiones Finales

 

La importancia de lo “real”, tal vez se desvanece frente a esta Obra Maestra de los mitos y símbolos. Esto lo podemos verificar fácilmente a través de aportes adicionales respecto a dicha Leyenda, de acuerdo al Q:.H:. Aldo Lavagnini y el Q:.H:. Eduardo Phillips Müller, dónde exploran la enseñanza oculta de la misma.

Nuestro Q:. H:. Eduardo Phillips Müller nos dice[9]: “Anotemos aquí dos hechos importantes: es el primero que, doce personajes representan un gran papel en esta historia, así como en todas las que tienen al Sol por objeto, a saber los tres asesinos compañeros y los nueve maestros.” Luego continúa para concluir cuáles son los meses del año equivalentes a los malos compañeros, Libra, Escorpión y Sagitario (los meses de “otoño”), para finalizar diciendo que “igual que el Sol perece en Sagitario y renace o vuelve a comenzar, un nuevo año, en Capricornio.

Magister nos dice, sobre la Palabra Sagrada, tenemos que[10]:”Interpretando cabalísticamente las tres letras hebráicas mem, beth y nun, con las cuales puede representarse dicha palabra, encontraremos un significado más satisfactorio, por su relación con la ceremonia de la cual constituye la síntesis y el coronamiento”.

Magister, correlaciona todo con las cartas del Tarot, así mem que representa al agua, es la 13va letra que se corresponde con La Muerte, y se trata de un bautismo que niega a la muerte. Beth, la segunda letra, se corresponde con La Papisa, con Isis que tiene tras de sí un velo sobre el umbral de los Misterios, detrás del cuál se esconde el Sancta Santorum, al que se accede a través de la Cámara del Medio, es aquí donde ocurre un segundo bautismo. Finalmente, nun, la 14va letra, se corresponde con La Templanza que nos habla de la Transmutación final, porque no se puede poner nuevo vino en viejos odres. Esta última letra significa pez, el que también está representado en la carta, y simboliza precisamente que la vida nace y se mueve en el agua, el elemento pasivo y negativo que ha producido la muerte simbólica…, una vez que haya sido perfecta la regeneración. Este simbolismo lo aprovechó el cristianismo, pero también los caldeos con su dios-pez Oan, o también Mitra.

En conclusión[11] según Magister, “la Palabra Sagrada del Maestro se refiere igualmente al proceso por el cuál se efectúa la regeneración iniciática individual… o sea el Amor… Así como la primera palabra se refiere a la Fe, que se adquiere con el reconocimiento de que la Fuerza (B:.) se encuentra en una Realidad o Poder Superior a la apariencia ilusoria y exterior de las cosas, y la segunda a la Esperanza que se realiza esperando que se Establezca (J:.) y se haga evidente y sea reconocida por medio de la Fe, la tercera palabra no puede sino referirse al Amor que se obtiene con la muerte del egoísmo y la regeneración individual (M:.B:.), y es la Fuerza Omnipotente, la única que puede sostener a la Fe y a la Esperanza aisladas, sobreponiéndose a sus decepciones y venciéndolas.

Por su parte, el Q:.H:. Eduardo Phillips pareciera apoyar esta tesis, claro que por una vía muy diferente[12]: “A falta de la información más explícita que, sin duda, pudo habernos dado Gould sobre el referido Manuscrito, no está de más que señale que la p:. s:. del M:. es de origen árabe, MAHABA, literalmente significa ‘Amor Fraternal’[13].

En definitiva, es posible concluir que, la “Leyenda de Hiram” no precisa de un Hiram histórico para realmente transmitirnos hasta la última gota de la más antigua Tradición Iniciática, “qui habet aures audiendi, audiat”.

 

S:.F:.U:.


 

Bibliografía

 

Referencia

Detalle

Autor

1

El Libro del Maestro

Oswald Wirth, Gran Logia de Francia

2

Manual del Maestro

Aldo Lavagnini

3

La Leyenda de Hiram Abif, un enigma masónico. Su Origen Islámico

Eduardo Phillips Müller

 



[1] Véase la referencia 1, “La Leyenda de Hiram”.

[2] Literalmente Hiram, mi padre, título que demuestra la veneración del rey por el artista.

[3] Véase la referencia 1, “El Drama Simbólico”.

[4] Véase la referencia 2, El “Crimen”.

[5] Véase la referencia 1, “El Drama Simbólico”.

[6] Véase la referencia 1, “El Drama Simbólico”.

[7] Véase la referencia 2, El “Crimen”.

[8] Véase la referencia 1, “La Leyenda de Hiram”.

[9] Véase la referencia 3.

[10] Véase la referencia 2, La Palabra Sagrada.

[11] Véase la referencia 2, La Palabra Sagrada.

[12] Véase la referencia 3, La Masonería llega a Inglaterra.

[13] El documento mencionado es del Siglo XIV. Luego añade que la palabra escrita MAHBYN, era según el Catecismo de Sloan de 1659 e:.v:., la palabra de Maestro que la Masonería operativa escocesa conservó hasta fines del siglo XVII.

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