Estos párrafos son una brevísima extracción del T:. de A:. del Q:. H:. J:.H:.G:.S:., ya que no he tenido ocasión de consultar la posibilidad de presentarla en extenso.
La problemática de la construcción de un modelo de referencia ético para un momento en la historia de una sociedad, presenta entre otras, la dificultad de determinar lo que es bueno y no bueno para una sociedad y los individuos en particular que la componen, en un período de tiempo, en un lugar geográfico determinado, y en un momento de desarrollo histórico social y cultural o evolutivo de dicha sociedad, puesto que a lo largo de la evolución de la especie humana, la idea y los conceptos predominantes en la misma respecto del bien y del mal, han cambiado y siguen siendo diferentes entre sí entre los numerosos modelos de sociedades existentes.
“Esta doctrina ecléctica que ha sido perpetuamente la fuente inagotable de las enseñanzas más elevadas de todos los tiempos ( faro de luz inextinguible conservada celosa y fielmente en el Misterio de la comprensión y del Amor, que nunca dejó de brillar, aún en las épocas más obscuras de la historia, para los que han tenido “ojos para ver y oídos para oír”) es la propia doctrina iniciática manifestada en los misterios egipcios, Orientales, Griegos Romanos, Gnósticos y Cristianos, y es la misma Doctrina Masónica que se revela por el estudio y la interpretación de los símbolos y ceremonias que caracterizan nuestra orden.”
Es necesario luchar por terminar con esas erróneas prácticas contrarias a una docencia verdaderamente iniciática, el hombre del tercer milenio, y, en especial las nuevas generaciones de miembros de nuestra Orden, tienen un nivel de conocimientos y de acceso a sus fuentes que muchas veces supera a la de los miembros más antiguos de nuestra institución, esta nueva savia del Árbol de la Acacia Masónica está ávida de conocimientos, y para alcanzar los niveles más elevados de este Árbol Símbolo, requieren de una Guía Sabia, que los sitúe en el recto camino de virtud, de la armonía interior, y del perfeccionamiento Moral y espiritual.
SIN DUDA UN GRAN MAESTRO
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