A L\G\D\G\A\D\U\
Introducción
“La Génesis
Individual” aparece en el
Libro del Aprendiz del Q:.H:. Oswald Wirth dentro de las “Concepciones
Filosóficas Relativas al Ritualismo del Grado de Aprendiz”, por lo que este
trabajo le dará dicha orientación.
Desarrollo
El capítulo
“Concepciones Filosóficas Relativas al Ritualismo del Grado de Aprendiz” tiene
cuatro subtemas: “Las Tradiciones”, “La Regeneración”, “La Génesis
Individual” y “Las Pruebas”.
“Las Tradiciones” se refiere a la pregunta ¿De dónde venimos? Y
las respuestas son variadas ideas de los Antiguos Hierofantes, rechazando todo
dogmatismo y sin privilegiar ninguna doctrina por sobre otras, pues lo que
busca la F:.M:. es la Verdad.
“La Regeneración” nos dice que “no hay comienzo ni fin sino
en apariencia”, son transformaciones sucesivas de la existencia. “El
hombre se introduce transitoriamente en la piel de una persona… Mientras que
los antiguos Iniciados pretendían estar por sobre estas ilusiones”. Así se
entiende que el profano despojado de sus metales renuncia a todo lo que había
adquirido para reconstruirse desde su base como si fuera un embrión.
Luego viene “La
Génesis Individual”, para terminar con “Las Pruebas”, que aplican sobre
las distintas etapas de la vida, dónde como niño se es moral e intelectualmente
ciego en dependencia de los padres, y así lento, pero gradualmente, se va
transformando en un Hombre realmente Libre bajo el Mandil.
La Génesis Individual
Entonces, ¿a qué se
refiere exactamente “La Génesis Individual”?
Por una parte los
diversos caminos del misticismo nos llevan finalmente a una sola Verdad
que está distorsionada por las expresiones humanas, dónde el Iniciado debe ser
capaz de realizar las abstracciones necesarias, para desentrañar el pensamiento
primitivo, dónde se encuentra “la Verdad resplandeciente sumergida bajo una
acumulación de errores”.
La primera Herramienta
que nos dan nuestros rituales es el uso de la Cámara de Reflexiones para
poder buscar aquel pensamiento puro, aquel que escapa de toda expresión humana
y que corresponde a la Materia Prima de los Sabios (la piedra oculta)
que es el punto de inicio de la Grande Obra.
Si antes hablamos del
embrión, aquí nos encontramos en presencia del óvulo recién fecundado,
refulgente, que termina por fijarse a la pared uterina. Volviendo a nuestra
ritualística, estamos en presencia de la Columna “B”, es decir el foco del
que irradia la actividad humana, el centro consciente al que se relaciona en el
individuo la concepción del “yo”. Es por este motivo que el “A:. debe
absorberse en sí mismo, replegarse sobre la fuente inicial de su pensamiento, a
fin de buscar en la razón pura el punto de partida de sus conocimientos”.
Este óvulo refulgente
es consecuencia de la unión del Fuego con el Agua, o del Azufre con la Sal,
como dirían los antiguos alquimistas, donde la rituálica hacía permanecer a los
candidatos 9 días en el seno de la tierra, recordando así los 9 meses de la
gestación humana.
El Yo, “no es algo
solamente físico, de la misma forma que no es algo solo suprafísico. Es un YO
encarnado, un cuerpo con alma que no está en una célula específica del cerebro
o en alguna parte del cuerpo”.
Antony Flew nos
dice al respecto: “Nos damos cuenta de que el YO no puede ser descrito,
menos aún explicado, en términos físicos o químicos. La Ciencia no descubre al
YO; es el YO el que descubre a la Ciencia. Comprendemos entonces que ninguna
versión de la historia del universo es consistente si no da cuenta de la
existencia del YO”.
Si por otra parte
vamos al V:.L:.S:., allí encontraremos que la Tradición nos dice que fuimos
creados a imagen y semejanza de Dios. Por esta fuente podemos concluir que
nuestro Yo es único, tal como lo es “Yo soy el que soy”.
Conclusiones
La génesis individual
nos hace reflexionar a partir de nuestros rituales en la concepción de nuestro
YO que es lo mismo que explica el génesis del Universo o la creación de Adán,
por los tres elementos aire, agua y fuego, del aliento divino o del Verbo del
“Hágase de la Luz”.
El YO plantea el
problema implícito la Conciencia, de los Pensamientos y del Alma, lo que no
llevará al tema de la Mente, y según el Kybalión, por el primer principio
hermético, llegamos a que Todo es Mente y que la Mente es el origen de Todo.
Cada Q:.H:. debe saber
interpretar estos términos en función de su razón en el Cuarto de Reflexiones,
dónde encontraremos una respuesta terrenal o divina, es decir, una respuesta de
la Ciencia o de la Fe.
Todo esto es en última
instancia conocerse a sí mismo.
S\F\U\
Leída la Plancha de
Arquitectura V\M\
Bibliografía
·
Ritual de Iniciación.
·
“El Libro del Aprendiz” de Oswald Wirth.
·
“Dios Existe” de Antony Flew.
No hay comentarios:
Publicar un comentario